Historias del bajo vientre

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Tocar techo

Lorenini!! como me gustaría verte patalear en el aeropuerto... aunque para tí sea una putada, yo tengo muchas ganas de verte. Vendrás a la cena, no?

Rachel, ya somos madres primerizas, que bien se siente una, verdad? por cierto, donde co... está el cruce de alberite? (si tus padres me preguntan les contaré mis miserias con el bus urbano). Hipoteca? jajajajaja. Eso son palabras mayores. No obstante, preguntaré en el todo a cien, por si acaso.

Por lo demás, os quería mostrar la constatación de una teoría. Un día caluroso de julio en Madrid, mi pequeña pero gran amiga Anita me hizo reflexionar sobre la de maravillas que nos perdemos por el estilo de vida actual. Andamos por las calles con prisas, ajenos a los que nos rodea. Nuestros ojos normalmente miran al suelo o como mucho en línea recta, de tal forma que no nos damos cuenta de los trazos que forman los tejados de las ciudades. Hicimos la prueba y descubrimos que desde sol hasta la latina hay edificios con cúpulas fantásticas, gárgolas o terrazas soleadas.

Pues bien, últimamente estoy poniendo en práctica esta teoría, que ya había olvidado. Desde que dí a luz, mi cuello se ha inclinado unos 45 grados buscando carteles de 'se alquila' y, así, he encontrado un maravilloso mundo en los tejados de Logroño.

Os propongo a todas que empeceis a hacer lo mismo. Y si contemplando las maravillosas vistas nos informais de alguna vivienda en alquiler, pues mejor que mejor jejjee.

Besos.

Gloria Freud.

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