Historias del bajo vientre

viernes, 14 de diciembre de 2007

the end

Cuando repites una palabra muchas veces seguidas pierde su significado, sólo hay sonidos vacíos. Cuando llevas mucho tiempo repitiendo dos palabras juntas te suena raro separalas, parece que hayan ido de la mano toda la vida.

Pero es el fin de una etapa. Todas son duras, e inevitables. Como cuando acabas el instituto, como cuando te licencias, como cuando te mudas... Es como el final de una película, aunque sabes que la puedes volver a ver ya no será lo mismo.

Yo estoy en el cine, sentada sola en una butaca y, encima, sin palomitas. Sé que la película se acaba, y no me gusta su final. Pero el protagonista me lo ha explicado y nada puedo hacer por evitarlo. Son los últimos minutos, pero no sabes si se va a acabar en este momento o dentro de un ratito. Ahora sólo queda esperar ese momento. ¿Y después qué?

Y yo que pensaba que con querese bastaba.

En fin, aunque suene raro, esta sarta de gilipolleces me ha hecho sentirme mejor. Aunque no se entiendan, para mi tiene mucho sentido.

Gloria. A secas.

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